José es el hombre de los sueños, de los temores y las expectativas ante la obra de la Divina Providencia. Siempre vivió sorprendido ante las maravillas de Dios.
En el Cortijo José de Nazaret también se vive de sueños y expectativas; las de los jóvenes y sus educadoras/es, que les ayudan a vivir de forma ordenada, sencilla y, ante todo, responsable para desenvolverse en el ajetreo de la vida diaria.
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